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En 1988 fue el Morris. ¿En el 2001 es el CodeRed?
 
VSantivirus No. 391 - Año 5 - Viernes 3 de agosto de 2001

En 1988 fue el Morris. ¿En el 2001 es el CodeRed?
Por José Luis López

Luego de un primer ataque a más de 80,000 servidores en las primeras horas de la fecha prevista para su activación, el gusano CodeRed parece seguir dando señales confusas y contradictorias a todos los que han estado pendientes de su acción.

Es que ni Internet ha sido destruido (ni lo será), como muchos vaticinaron, ni tampoco puede decirse sencillamente, que aquí no ha pasado nada.

Es que CodeRed sigue siendo una amenaza latente para Internet, y aún faltan muchos días para que finalice la primera etapa de su acción, o sea su propagación (del 1 al 19 de cada mes).

Para muchos, el gusano es sin dudas una de las mayores infecciones automáticas de la historia de Internet, comparable en parte a la acción de otro famoso gusano que llevó al caos a la Internet de hace 13 años.

El gusano Morris, pánico en la red.

El 2 de noviembre de 1988, el caos cundió por la red ARPANET. Un "monstruo dañino" estaba comiéndose la memoria de cada computadora conectada a la misma, y hacían que funcionaran cada vez más despacio. A las tres horas todas las computadoras de costa a costa de los Estados Unidos estaban afectadas.

Pascal Chesnais del MIT de Massachusetts, descubrió que las copias del virus llegaban a través del correo electrónico. Un día después otro mensaje sobre el virus llegaba desde Harvard. Esta vez se explicaba como detener el ataque. Pero era tal el caos de la red, que el mismo no fue difundido a tiempo. Si alguien le hubiera prestado atención, hubieran descubierto la solución al problema, ya que el mensaje tenía que ver con el creador del programa dañino. Pero pasó desapercibido...

Mientras tanto, integrantes de la Universidad de Berkeley y del MIT de Massachusetts y de Pardue, intentaron trabajar en forma coordinada para capturar una copia del programa y analizarlo.

Descubrieron que no todas las computadoras eran afectadas, sino solo las Sun 3 y VAX con Unix y variantes del Unix2. En todas las computadoras afectadas aparecían mensajes nada comunes provenientes del gestor de correo electrónico (el Sendmail). Sin embargo el virus seguía pasando de computadora en computadora a una gran velocidad, reinfectándolas sucesivamente.

El 3 de noviembre en la madrugada, Gene Spafford de la Universidad de Purdue envió un mensaje avisando que todas sus computadoras Vaxen3 y algunas Sun se habían infectado y que "el virus hacía copias repetidas de si mismo mientras intenta propagarse, logrando que muchas veces las computadoras se queden sin espacio". El programa estaba aprovechando algunos defectos de la versión de la Universidad de Berkeley del sistema UNIX.

El Sendmail, el programa que enviaba el correo, era el culpable, ya que permitía que las instrucciones del correo electrónico fueran enviadas junto con los propios mensajes de computadora a computadora. En estas instrucciones viajaba el virus. El programa intentaba averiguar las claves de acceso (passwords) de otras computadoras, usando una rutina de búsqueda que permutaba los nombres de usuarios conocidos, una lista de los passwords más comunes y también búsqueda al azar.

Los técnicos de Berkeley crearon un parche para este error. Sin embargo a esta altura ya se sabía que el virus estaba hecho para reproducirse y propagarse y no causaba ningún otro daño a los datos.

Luego de divulgarse las formas de corregir el daño, se analizó el ataque, llegándose a la conclusión de que había sido premeditado. Se usó un programa que utilizaba defectos poco conocidos del sistema UNIX, estaba encriptado, y borraba su presencia luego de culminar su ataque.

Era el ataque del que fue llamado "Gusano de Internet", y la prensa cubrió el tema con frases como "el mayor asalto jamás realizado contra los sistemas de la nación".

Se calculó en más de 2.000 computadoras las realmente infectadas en Internet, y erradicarlo costó casi un millón de dólares, sumado a las pérdidas por haberse detenido casi toda la red.

El autor fue Robert Morris Jr, un graduado de Harvard de 23 años en ese entonces. Creó un programa con gran capacidad de reproducirse, pero sin embargo jamás pensó que se propagaría tan rápida y extensamente. El mismo calificó su "invento" como un "fallo catastrófico", su idea no era hacer que las computadoras se enlentecieran. Al parecer quería que el programa se copiara una vez en cada máquina, y luego se escondiera en la red.

Cuando se percató que su programa estaba propagándose por la red, pidió a un amigo (Andrew Sudduth) que enviara un correo electrónico pidiendo disculpas y las instrucciones para acabar con el programa. Pero en el caos que se originó, su mail, al que hacemos referencia más arriba, pasó desapercibido.

Morris fue acusado de acceder en forma intencional y sin autorización a computadoras "con intereses federales", impidiendo su uso y causando pérdidas de miles de dólares (aunque se especificaba 1.000 dólares, debido a que es la cifra mínima por ley para presentar una acusación). El cargo que aparece expuesto en una ley norteamericana de 1986 sobre Fraudes y Abusos informáticos, tiene como pena multas de un cuarto de millón de dólares y un mínimo de cinco años de cárcel. El juicio fue en enero de 1990, y aunque sus abogados aseguraban que Morris "intentaba ayudar a la seguridad de Internet cuando su programa se salió de su control por accidente", la fiscalía argumentó que el gusano "no se trató de un error, sino de un ataque contra el gobierno de los Estados Unidos".

Finalmente el 22 de enero, Morris fue declarado culpable por un jurado federal, lo que se convirtió en la primer condena por la ley de fraudes informáticos de 1986. Sin embargo, el juez del caso expresó que "no creía que los requisitos de la sentencia se daban en el caso del acusado", y por lo tanto las circunstancias no presentaban "fraude y engaño", por lo que lo sentenció a tres años de libertad condicional, una multa de 10.000 dólares y 400 horas de servicio as la comunidad.

CodeRed, ¿un nuevo Morris?.

Las épocas son diferentes (y la memoria humana muy frágil). Pero aunque hoy día es difícil que la red pueda llegar a colapsar como muchos vaticinaron, sin dudas el nuevo gusano ha causado algunas dificultades en su accionar. Y las seguirá causando en los próximos días.

Aunque la propagación ha sido más lenta de lo pensado (y la Internet de hoy mucho más grande que la de 1988), la cantidad de servidores atacados (casi 300,000 en dos días), ha superado la cifra obtenida durante todo el pasado mes de julio en la misma etapa.

Para los expertos, el gusano sigue siendo un problema, porque al menos, no tiene una solución rápida y efectiva. Y mucha de esa culpa la tienen los usuarios y administradores poco responsables, que no han actualizado sus servidores con los parches respectivos.

Incluso, la teoría de muchos investigadores que aseguraban que el virus debería haber quedado en un estado de "sueño infinito", fue destruida por el simple hecho de que existen enorme cantidad de máquinas en Internet que tienen mal ajustados sus relojes. Esto ayudó al menos a ocasionar el rebrote que algunos negaban llegara a ocurrir.

Lo cierto es que hasta el 20 de agosto, el gusano tiene tiempo para seguir propagándose. Luego vendrá otra etapa, que causará otro tipo de problema, la de los ataques simultáneos a un sitio determinado.

Muchos especialistas dijeron que a pesar de las expectativas, el hecho de que al menos una gran cantidad de personas lo tomó en serio, y actualizó sus programas con el parche necesario, hizo que el anunciado "cataclismo instantáneo" de la red, no se cumpliera.

Las consecuencias serán dificultades en el tráfico con ciertos sitios. Pero tal vez no más de eso, al menos por ahora.

"No podemos vaticinar este tipo de cosas. Hay demasiados factores", dijo Bruce Schneier, de Counterpane Internet Security. Otros especialistas en cambio, señalaron que la prensa exageró la amenaza inmediata del virus y su aparición. "Mucha prensa que dijo que la Internet se iba a desplomar. Ahora dicen que fue una falsa alarma y eso tampoco es cierto", dijo Elias Levy, encargado de tecnología de SecurityFocus.com.

Por ahora, la historia ha costado unos cuántos millones de dólares a las empresas y a los gobiernos. Expertos de compañías privadas y de organismos públicos, (como el FBI, etc.), han dedicado centenares de horas a combatir la infección del virus. Y esto debe pagarse.

Lo verdadero es que el CodeRed está latente y vivo. Cuánto daño pueda llegar a hacer, depende como siempre, de la actitud de las personas.

Y lo cierto es que hoy día, nadie puede desconocer su existencia. Y el conocimiento, siempre es el primer e importante paso hacia la solución de cualquier amenaza de este tipo.


Parches disponibles:

Windows NT 4.0:
http://www.microsoft.com/Downloads/Release.asp?ReleaseID=30833

Windows 2000 Professional, Server y Advanced Server:
http://www.microsoft.com/Downloads/Release.asp?ReleaseID=30800


Más información:

Unchecked Buffer in Index Server ISAPI Extension
http://www.microsoft.com/technet/security/bulletin/MS01-033.asp


Ver también:


VSantivirus No. 390 - 2/ago/01
CodeRed volvió y seguimos vivos... pero...

VSantivirus No. 387 - 30/jul/01
Internet al borde del colapso por culpa de un virus

VSantivirus No. 380 - 23/jul/01
CodeRed se transforma y se hace más peligroso

VSantivirus No. 377 - 20/jul/01
CodeRed. Un gusano en la memoria de los servidores

VSantivirus No. 348 - 21/jun/01
Vulnerabilidad en las extensiones ISAPI en IIS (MS01-033)


El fragmento sobre el gusano Morris, está tomado de nuestro propio artículo "La historia de los virus", publicado en "Las Noticias [en la ReD]" (1998) y en el libro "Virus en Internet" de Panda Software (Anaya Multimedia, 1999), en cuya redacción colaboramos.

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